Blog Seguros
Cuando el cliente… Quiere inventar sus propias reglas del juego.
Estaba a punto de bajar todas mis fichas para así poder comenzar un juego de mesa llamado Rummie que estaba seguro y dispuesto a ganarle a todos y cada uno de los participantes en la mesa; porque ¡así soy yo! ¡Siempre juego a ganar!
De pronto se escucho una voz bajita pero con autoridad que decía ¡Aún no puedes bajar tus fichas a la mesa! Era mi hijo de 8 años que estaba participando del juego y a quien en ese momento no le importo a quien estaba increpando de forma ¡casi insolente!
Cuando el cliente… ¡NO siempre tiene la razón!
Le voy a suplicar que NO me de esos argumentos que suenan tan burdos y baratos por parte de todos los agentes de ventas. ¡Lo barato, cuesta caro! Mire jovencito, sepa usted que yo me dedico a las ventas desde antes de que usted naciera y se perfectamente lo que quiero antes de comprar algo. Así que usted deme lo que le pido, quiero un seguro de gastos médicos del que obtenga la cobertura al precio más económico porque además ¡Yo soy muy sano! Y me tienen que hacer un buen descuento.
Cuando visite al asegurado en el hospital, el pronóstico de los doctores era desalentador debido a la trayectoria de las balas que habían perforado su pulmón y viajado dentro de su cuerpo para comprometer algunos órganos vitales como riñón, hígado y vaso. Sin embargo después de permanecer casi un mes en terapia intensiva, el milagro comenzó a darse y nuestro asegurado salió de la crisis en la que se encontraba muy lentamente salvando la vida.
No está por demás señalar que el monto de la cuenta del hospital para ese momento había rebasado ya los $2´000,000.- (dos millones de pesos) mismos que la aseguradora absorbió sin más problemas que los propios tramites que son necesarios para tipificar cada evento y abrir de una manera clara y precisa la reclamación para posteriormente administrar correctamente el riesgo.